miércoles, 26 de abril de 2017

Fotos fin 2º trimestre

Ya en la recta final de este curso, os enseño unos vídeos con las fotos que hicimos antes de las vacaciones de Semana Santa con algunas de las manualidades que realizamos, las palmas de Ramos de cartulina, el puzzle de la última cena, Jesús en el Huerto de los Olivos, las postales de Pascua...

3 años



4 años



5 años



1º y 2ºB

lunes, 24 de abril de 2017

El vendedor de humo

Después de ver el cortometraje "El vendedor de humo", los alumnos escribieron un posible guión y buscaron la moraleja. Este es un ejemplo de su trabajo

EL VENDEDOR DE HUMO

Érase una vez un joven mago, que fue a un pueblo para conceder deseos.
 El pueblo era pequeño y sencillo: La típica anciana antipática, el pescadero…
Ya sabéis a lo que me refiero.
Vamos al grano:
Bueno, el vendedor llega al pueblo y monta su escenario, pero nadie le hace caso. 
Pone música y ¡la vieja se la quita!
 Vaya fracaso, hasta el momento en el que ve a un niño jugar con un “juguete” y va y le dice.

-VENDEDOR¡Oye chaval! ¿Quieres un juguete nuevo?

-NIÑO:  ¡Si, si, siiiii!
Y voilà, un juguete nuevo. Un avión.
El pescadero ve la magia del vendedor y, sorprendido, caminó hacia él.

 PESCADERO:  ¡Oye tu! Me podrías hacer el perro más grande y fuerte.

VENDEDOR: Por supuesto.

Y convirtió al cachorro en un perro enorme y fortísimo.
Y, ahí, en ese instante captó
la atención del pueblo. Pero ya no lo hacía gratis.
Lo cumplía todo mientras el alcalde miraba con ojo de halcón desde su ventana.
Pero los deseos se deshacían con el agua, y, en fin el avión del niño se mojó.
Se enfadó muchísimo, caminó hacia el vendedor y le dijo:

NIÑO:¡ Oye, que vuelve a ser el de antes!

Todos miraban atónitos mientras que decía:

VENDEDOR:¡Uy! Perdón.

Se lo arregló y dio un resoplido.
Todo iba bien, hasta que vio que iba a ponerse a llover. Y sin poder hacer nada…
¡El alcalde le pidió un deseo!
Y le dijo:

ALCALDE:  Tengo un deseo y si lo cumples te daré mi rubí.

VENDEDOR:  Diga, que quiere.

ALCALDE: Quiero que con mi bastón me hagas una estatua mía.

El aceptó.
Le hizo una estatua preciosa, y nada más terminar se fue con el dinero y el rubí.
Empezó a llover y todo se deshizo, todo volvió a ser igual.
Luego se convirtió en anciano.
Todo era mentira, ¡Incluso el!
Bueno no todo, el dinero y el rubí eran verdaderos.

MORALEJA:
No te fíes de las apariencias.

 Manuel Menéndez Cuervo, 5º B Primaria